lunes, 28 de enero de 2013

Nunca supe hablar de esos estados de animo que te retuercen el alma, ni supe traducir a palabras la emocion de verte sonreir, esa que siempre hace que magicamente amanezca dia a dia. ¿Sabes? Si me pusieran delante una fila de gente importante que se cree tan lista que es capaz de definirlo y explicarlo todo con números, teoremas y leyes físicas. Si los tuviese a todos delante y todos me hicieran la misma pregunta: "¿Qué sientes por ella?", te aseguro que para todos tendría una respuesta. Si el que pregunta resultara ser un médico, le diría que tú eres la maquina de oxigeno que necesito para poder sobrevivir, que tus susurros en mi oído resultan vitales para manetenerme consciente, que estoy conectado a una máquina que me mantiene con vida y se llama "tú". ¿Y si fuera un psicólogo? Entonces le confesaria que estoy completamente enganchado a ti, que necesito rehabilitacíon para sacar tu sonrisa de mi cabeza al menos 15 segundos al dia, que por las noches sueño con tu boca, con tus labios, besarlos y que el único somnifero que me calma y me deja dormir es tu respiracion tras el telefono, todas las noches y parte de la mañana siguiente. Que eres mi adiccion, mi droga. Si el que pregunta es un arquitecto, le diría que no encuentro ningun defecto en tu cuerpo , que tus brazos son el mejor refugio para el frío y que están perfectamente pensados para que yo encuentre mi hueco entre ellos y que me sienta tan agusto y tan cómodo que podría pasarme ahí miles de horas. Y si viniese un matematico, con sus teorías y sus leyes logícas, le diría que la única ley que entiendo es que tú + yo = 1, y que yo - tú = 0 ¿Un filósofo? Tambien podría responderle. Le diría que solo existe una filosofia de vida y es vivir cada momento a tu lado. Y me da igual que el mundo se empeñe en debatir mi teoría con planteamientos absurdos, porque para mí quien importa eres tú ¿y lo que siento? No se explica. Se vive, se sueña y se siente.
La gente piensa que un "para toda la vida" es 
demasiado tiempo como para decirlo asi a la ligera, pero cuando encuentras a alguien que verdaderamente merece la pena, te das cuenta de que tienen razon, es demasiado poco. Gracias por estos 9 meses, por esas risas, por esos llantos y por esos momentos juntos y sobre todo por aver aparecido en mi vida y darle ese giro de 180 grados. Te amo muchismo pequeña monstruita (L)














viernes, 4 de enero de 2013

Distancia.

La distancia. La distancia se reduce a miedo. Unas veces quema, otras enfría. Tiene sus pros, mientras casi siempre gana sus contras. Nunca se le saca ventaja a la distancia, siempre va por delante de ti, desafiándote. Echándote un pulso. No vale fallar. Si titubeas, pierdes. Si dudas, pierdes. Si planeas, pierdes. Te cambia, te condiciona, te ahoga, te supera, te pierde. Te gana. Empiezas a pensar demasiado las cosas, a darle más vueltas de las que deberías y llegas a la conclusión de que no. De que sí, estás bien. Pero esto tiene que acabar. Exige demasiado sarificio y cuando por fin, la distancia es cero, piensas en los problemas que tienes en la distancia, en tus preocupaciones y no te despreocupas que tu mayor preocupacion ahora mide cero, vale caro. Y de repente se han acabado esos días de distancia cero, pasan a 200km/h. Y dicen, "cojones, esto es muy duro. Mientras sea duro no pensais haceros los duros, perdereis. Punto. Hasta que llega tu punto de apoyo, la frase que necesitabas oír, sentir con fuerza de esa persona que más valoras, que más, que más te ayuda, que sabe hablarte. Joder una simple frase que dice la verdad, que te hace darte cuenta de que las cosas se viven, de que a esa persona, que es de las pocas que valen y te valen, coge y te dice lo que no sabias que querias escuchar: " ¿¿La distancia?? A la distancia me la como yo con patatas fritas".